LA FUNCIÓN DE LA ASESORA
TÉCNICA PEDAGÓGICA EN LOS DIÁLOGOS.
eliasgl_asesoraenlosdiálogos.
Según
el SAAE
“La asesoría se concibe como un proceso de ayuda basado en la
interacción profesional y orientado a la
resolución de problemas educativos
asociados a la gestión y organización escolar, así como a la enseñanza y las
prácticas educativas de directivos y
docentes. Es académica porque se centra en incrementar la calidad del
aprendizaje de todos los alumnos y está dirigida a la escuela porque propone
involucrar a todos los miembros de la comunidad, promueve el trabajo
colaborativo y el establecimiento de acuerdos mediante el consenso, con la
finalidad de generar condiciones favorables que faciliten el aprendizaje y la
formación de los alumnos durante su paso por los distintos grados y
asignaturas.”
En
si el anhelo es bueno, pero desafortunadamente lo que dificulta el logro de los
propósitos de la función asesora son las
condiciones; seré más explícita en los siguientes renglones.
Y
en este momento me gustaría aclarar que más que problemática, yo los nombraría
como retos, pues de alguna manera se convive con ellos cotidianamente y se
tiene que trabajar para solucionarlos.
Otro
de los retos con los que nos hemos encontrado es la falta de formación antes de
desempeñar la función, pues nadie nos enseña ni nos sugiere cómo ser asesores,
te formas durante la marcha, claro cometes algunos errores o algunas omisiones
pero se aprende de ellos.
Pero
el principal y mayor reto es debido a la cultura que subyace en la profesión
docente, aquella cultura que se refleja en la dificultad para compartir su
trabajo, hablando en el sentido de la experiencia tanto buena como mala, con la finalidad de llegar a una reflexión en
torno a ella; es decir, abrir la puerta del aula, pero no sólo de una manera
literal, sino también de manera metafórica hablando, para compartir lo que se
vive en ella, sus conocimientos, sus dudas y la capacidad para aceptar y pedir
sugerencias. Es simplemente erradicar la idea de que un asesor va a llegar a
decirte lo que estás haciendo bien o mal, y en lugar de ello adquirir la visión
de que el asesor es un apoyo, un acompañante.
Lo
anteriormente expuesto genera algunos compromisos como, entre ellos fortalecer
nuestras competencias profesionales comunicativas, con la finalidad de que el
dialogo que entablemos con nuestros compañeros y compañeras este impregnado de
tacto, de diplomacia, evitando que se sientan aludidos, sino por el contario
que se sientan apoyados, haciéndoles ver que el asesor estará ahí con el objetivo
de potencializar sus habilidades profesionales.