COMPETENCIAS EN EDUCACIÓN. EL
REFLEJO DE UNA DEMANDA LATENTE.
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Toda educación entraña
Una imagen del mundo
Y reclama un programa de vida.
Octavio Paz.
En
todos y cada uno de los niveles de educación básica la innovación y la
actualización son pilares fundamentales para dar respuesta a las condiciones
de la sociedad actual. La Reforma Educativa de Educación Básica ha
consolidado una reforma paulatina que comenzó en el año 2004 con el nivel de
preescolar, 2006 secundaria y 2009 primaria; ello con la finalidad de elevar la
calidad educativa, a través de mejorar las experiencias educativas de los
alumnos y lograr una adecuada articulación con los niveles de primaria y secundaria.
Así mismo dicha reforma responde a la directriz
que a nivel mundial manifiestan los programas educativos, la incorporación de
las competencias.
“Durante mucho tiempo
se mantuvo el debate sobre las prioridades de la educación: si eran los
conocimientos específicos o el desarrollo de capacidades básicas, y durante ese
tiempo se probaron las ventajas que implica para el desarrollo integral de las
personas el centrarse en capacidades y no en conocimientos, sobre todo en estos
momentos en los que el avance científico y tecnológico imposibilitan el control
de los conocimientos”
Los avances tecnológicos e informáticos han
originado una ampliación y acumulación de información en todas las áreas del
conocimiento, así como la difusión masiva de los mismos, esta característica
del siglo impacta radicalmente en los currículos, pues la vida útil de éstos se restringe drásticamente. Es aquí
cuando cobra sentido el enfoque que establece la RIEB centrado en competencias.
Características
contextuales como el acelerado desarrollo de las tecnologías concebidas estas
como fuentes de información y
comunicación, la competitividad en el mercado laboral, políticas
internacionales de organismos como la OCDE, UESCO, Banco Mundial en donde se
establece un prototipo de ciudadano capaz de adaptarse al un mundo globalizado.
El panorama anteriormente planteado
demanda múltiples conocimientos, habilidades y valores, considerando que
quien llega a dominarlos es porque se implica en situaciones retadoras que le
demandan su implementación.
Quien no recuerda la vida escolar en donde los tomos de enciclopedia, la
consulta con adultos utilizando instrumentos como la entrevista o las platicas
informales resultaban las fuentes de información más recurridas. Ahora lo cual
evidencia que la adquisición de conocimientos en un currículo escolar no es
suficiente; ahora es necesario, aprender
a aprender.
Y aunque pudiera parecer que es una
derivación del mundo empresarial, depende mucho de la concepción o construcción
que poseamos sobre el concepto de competencia la posibilidad de brindarnos una
perspectiva de educación con una mayor complejidad, integral, pero sobre todo
para toda la vida.
Organizaciones internacionales como la UNESCO
determinan una competencia como:
“Las
capacidades complejas que desarrolla una persona y poseen en distintos grados
de integración. Se ponen de manifiesto en una gran variedad de situaciones
correspondientes a los diversos ámbitos de la vida humana, personal y social.
Son expresiones de los distintos grados de desarrollo personal y participación
activa en los procesos sociales. Toda competencia es una síntesis de las
experiencias que el sujeto ha logrado construir en el marco de su entorno vital
amplio, pasado y presente”
Con el objetivo de articular los tres niveles
de educación básica se han establecido cuatro campos formativos: Lenguaje y
comunicación, Pensamiento matemático, Exploración del mundo natural y social, y
Desarrollo personal y para la convivencia; atendiendo a los principios y
pilares de la educación propuestos por la UNESCO aprender a conocer, aprender a
hacer, aprender a ser y aprender a convivir y de esta manera el enfoque por
competencias dará continuidad a la formación del alumno.
Pero, ¿Esta reforma qué demanda a los
docentes?, ¿qué perfil profesional se requiere? Simplemente si se persigue un
alumno competente, solo puede contribuir en esta formación un docente
competente, un docente con actitudes y disposición para el estudio, para la
actualización permanente, sin miedo al cambio y a la innovación que lo lleve a
la profesionalización de su labor, por medio de la práctica y fortalecimiento
de la resolución de problemas a través de sus habilidades para observar,
analizar e intervenir dando una respuesta eficaz y acorde a este mundo tan
complejo.