Solamente mediante una renovación continua de nuestra actitud personal hacia la vida se determinará un nuevo enfoque de nuestro arte. Es el proceso que nos transforma, el modo de afrontar cotidianamente nuestro trabajo. Nuestro oficio es la posibilidad de cambiarnos y, de este modo, cambiar la sociedad.
Eugenio Barba.

martes, 27 de marzo de 2012

Una acción pedagógica...
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Algo que llama mi atención del video es la reflexión que hace en torno a que la acción pedagógica es una acción comunicativa, sun embargo, no toda acción comunicativa es una acción pedagógica.
Una acción pedagógica requiere de ciertas condiciones para que se caracterice como tal: entre ellas podemos mencionar la relación que se establece entre el profesor-alumno (consevido este como un encuentro de seres humanos) el objetivo de dicho encuentro y el ambiente en que este se genera.
El plan de estudios 2011. Edución básica denomina al ambiente de aprendizaje como "el espacio en donde se desarrolla la comunicación y las interacciones que posibilitan el aprendizaje"
Es importate tener presente que en un ambiente de aprendizaje confluyen algunos aspectos importantes a considerar con la finalidad de que este sea más eficaz, además de la interacción que mencionabamos anteriormente, las caracteristicas del contexto es importante tomarlas en cuenta,  caracteristicas como costumbres y tradiciones; los materiales educativos como motivadores para involucrar a los alumnos en las actividades y facilitadores para el logro de los objetivos. Pero sobre todo ese ambiente de confianza y seguridad que solo el docente con sus actitudes puede inspirar en sus alumnos para que el aprender sea un placer.

COMPETENCIAS EN EDUCACIÓN. EL REFLEJO DE UNA DEMANDA LATENTE.

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Toda educación entraña
Una imagen del mundo
Y reclama un programa de vida.
Octavio Paz.

En todos y cada uno de los niveles de educación básica la innovación y la actualización son pilares fundamentales para dar respuesta  a las condiciones de la sociedad actual. La Reforma Educativa de Educación Básica ha consolidado una reforma paulatina que comenzó en el año 2004 con el nivel de preescolar, 2006 secundaria y 2009 primaria; ello con la finalidad de elevar la calidad educativa, a través de mejorar las experiencias educativas de los alumnos y lograr una adecuada articulación con los  niveles de primaria y secundaria.
Así mismo dicha reforma responde a la directriz que a nivel mundial manifiestan los programas educativos, la incorporación de las competencias.
“Durante mucho tiempo se mantuvo el debate sobre las prioridades de la educación: si eran los conocimientos específicos o el desarrollo de capacidades básicas, y durante ese tiempo se probaron las ventajas que implica para el desarrollo integral de las personas el centrarse en capacidades y no en conocimientos, sobre todo en estos momentos en los que el avance científico y tecnológico imposibilitan el control de los conocimientos”[1]
Los avances tecnológicos e informáticos han originado una ampliación y acumulación de información en todas las áreas del conocimiento, así como la difusión masiva de los mismos, esta característica del siglo impacta radicalmente en los currículos, pues la vida útil  de éstos se restringe drásticamente. Es aquí cuando cobra sentido el enfoque que establece la RIEB centrado en competencias.
Características contextuales como el acelerado desarrollo de las tecnologías concebidas estas como fuentes de información  y comunicación, la competitividad en el mercado laboral, políticas internacionales de organismos como la OCDE, UESCO, Banco Mundial en donde se establece un prototipo de ciudadano capaz de adaptarse al un mundo globalizado. El panorama anteriormente planteado  demanda múltiples conocimientos, habilidades y valores, considerando que quien llega a dominarlos es porque se implica en situaciones retadoras que le demandan su implementación.

 Quien no recuerda la vida escolar  en donde los tomos de enciclopedia, la consulta con adultos utilizando instrumentos como la entrevista o las platicas informales resultaban las fuentes de información más recurridas. Ahora lo cual evidencia que la adquisición de conocimientos en un currículo escolar no es suficiente; ahora es necesario,  aprender a aprender.
Y aunque pudiera parecer que es una derivación del mundo empresarial, depende mucho de la concepción o construcción que poseamos sobre el concepto de competencia la posibilidad de brindarnos una perspectiva de educación con una mayor complejidad, integral, pero sobre todo para toda la vida.
Organizaciones internacionales como la UNESCO determinan una competencia como:
“Las capacidades complejas que desarrolla una persona y poseen en distintos grados de integración. Se ponen de manifiesto en una gran variedad de situaciones correspondientes a los diversos ámbitos de la vida humana, personal y social. Son expresiones de los distintos grados de desarrollo personal y participación activa en los procesos sociales. Toda competencia es una síntesis de las experiencias que el sujeto ha logrado construir en el marco de su entorno vital amplio, pasado y presente”[2]
Con el objetivo de articular los tres niveles de educación básica se han establecido cuatro campos formativos: Lenguaje y comunicación, Pensamiento matemático, Exploración del mundo natural y social, y Desarrollo personal y para la convivencia; atendiendo a los principios y pilares de la educación propuestos por la UNESCO aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir y de esta manera el enfoque por competencias dará continuidad a la formación del alumno.
Pero, ¿Esta reforma qué demanda a los docentes?, ¿qué perfil profesional se requiere? Simplemente si se persigue un alumno competente, solo puede contribuir en esta formación un docente competente, un docente con actitudes y disposición para el estudio, para la actualización permanente, sin miedo al cambio y a la innovación que lo lleve a la profesionalización de su labor, por medio de la práctica y fortalecimiento de la resolución de problemas a través de sus habilidades para observar, analizar e intervenir dando una respuesta eficaz y acorde a este mundo tan complejo.



[1] Adriana Ma. Isabel YEE Salazar,  “La reforma de la educación preescolar”, en Cero en conducta 20, núm. 51 (Abril 2005): 117.
[2]UNESCO Recomendación 26/92  “Curriculum y competencias. Memoria del primer encuentro internacional de Educación Preescolar, en Curso Básico de Formación para Maestros en Servicio El enfoque por competencias en la Educación Básica (México: SEP, 2009)58